RESEÑA: Crenshaw, El Gato Invisible

Ficha

-Autor/a: Katherine Applegate
-Editorial: La Galera Young

-Colección: Narrativa singular

-Edad: a partir de 10 años

-Género: Novela

-Medidas: 13,5 x 19,5 cm

Me llamo Jackson y en otoño empezaré quinto de primaria. Cuando sea mayor quiero ser científico de animales. 

¿Sabías que un guepardo puede correr a 110km/h? ¿Que una cucaracha sin cabeza puede sobrevivir dos semanas? ¿O que cuando un lagarto cornudo se enfada escupe sangre por los ojos? 

Honestamente, creo que los hechos son mucho mejor que las historias. No puedes ver una historia. No puedes sostenerla en tu mano para medirla. De hecho, las historias no son más que mentiras. Y a mí no me gusta que me mientan.

La regla número uno de todo científico es que siempre hay una explicación lógica para todo. Por ejemplo, ¿cómo aparecen gominolas moradas por arte de magia cuando apenas tenemos comida en casa? O, ¿por qué es difícil hacer amigos cuando siempre tienes hambre? O, ¿de dónde ha salido ese ridículo paraguas? O, ¿cómo es posible que mis padres crean que no me doy cuenta que discuten cuando llegan las facturas? 

Pero, lo más importante es que tiene que haber una explicación lógica de por qué el amigo imaginario que me inventé hace años ¡se está pegando un baño de espuma en nuestra bañera! 

Crenshaw es el libro que gané en el concurso que realizó hace poco La Galera Young. ¡Y es una preciosidad! La edición está muy cuidada y es muy bonita. Es de tapa dura y las dimensiones no son muy grandes.

La historia trata de Jackson, un niño al que le encantan los datos y los animales. Quiere ser científico de animales, sobre todo de murciélagos. Vive con su padre y su madre, quienes eran músicos pero tuvieron que dejar sus actuaciones para encontrar un trabajo más estable para cuidar de sus hijos, con Robin, su hermanita pequeña y con Aretha, su labradora traviesa.

"Primera cosa: era un gato surfista.

Segunda cosa: llevaba una camiseta que decía LOS PERROS SON ANIMALES PERO LOS GATOS SON BESTIALES.

Tercera cosa: Llevaba un paraguas cerrado, como si le preocupara mojarse(bien mirado, no parece algo que debiera importarle mucho a un surfista)

Cuarta cosa: nadie más en la playa parecía verlo."

Parecen una familia feliz pero la verdad es que las cosas no val del todo bien. La familia está sumida en unos graves problemas económicos y viven en malas condiciones, con muy poca comida y con apenas un sitio donde vivir. Tienen que mudarse varias veces e incluso tienen que irse a vivir a una furgoneta e ir de un lado para otro consiguiendo comida y dinero cantando en las calles.

Jackson es un niño bastante maduro para su edad, por lo que se entera completamente de todo por lo que están pasado sus padres. Y sufre. Mucho. Y protegerá a su hermanda de la dura realidad, mintiendo. Y robando.

"Lo rodeé con mis brazos y tiré de él. Era como abrazar a un león. Ese gato pesaba una tonelada.

Crenshaw hundió sus zarpas en el edredón que me había tejido mi tía abuela Trudy cuando yo era un bebé.

Me rendí y lo solté.

–Mira –dijo él mientras sacaba las garras del edredón–, no puedo irme hasta que te haya ayudado. Yo no he puesto las normas.

–¿Y quién las pone?

Crenshaw se me quedó mirando con ojos como canicas verdes. Me puso las dos patas delanteras sobre los hombros. Olía a jabón, a hierba gatera y al mar de noche.

–Tú, Jackson –contestó–. Tú pones las normas

Pero no estará solo, ya que en esos malos momentos, contará con el apoyo y la presencia de Crenshaw, un gato muy extraño, alto, negro y blanco, que posee dedos como un ser humano, y que por supuesto habla."

A Crenshaw solo puede verlo Jackson, porque lo ha creado él. Al principio no estará muy contento teniendo a Crenshaw a su lado, pero poco a poco se sentirá más cómodo con su presencia y comprenderá por qué ese gato tan extraño ha aparecido en su vida.

"Crenshaw apareció en el momento indicado. Llegó a mi vida justo cuando lo necesitaba. Era un buen momento para tener un amigo. Aunque fuera imaginario"

Es una historia infantil, pero que muestra lo duro que puede ser la situación de muchas familias y de muchos niños. Una historia que no es del todo feliz, y que nos enseña de forma muy emotiva que no hay que rendirse, que hay que seguir adelante y que hay que apoyarse los unos a los otros dentro de la familia.

A mi se me ha encogido el corazón en muchos de los capítulos y he sufrido con Jackson, de tristeza y de rabia. Pero por suerte, en esos malos momentos podemos contar con las ayudas más inesperadas, incluso la de un gato.

¡No te pierdas esta maravillosa historia!

5/5