Autor/a: SenLinYu
Traducción: Ankara Cabeza y Patricia Mora
N.º de páginas: 1056
Editorial: Montena
Idioma: Castellano
ISBN: 9788410050075
Año de edición: 2025
Aunque en el pasado era una alquimista con futuro, Helena Marino es ahora una prisionera, de guerra y de su propia mente. Sus amigos y aliados de la Resistencia han sido brutalmente asesinados, sus habilidades, reprimidas, y el mundo que conocía, destrozado.
Tras una larga guerra, la nueva clase dirigente de Paladia, familias corruptas del gremio y nigromantes depravados, cuyos infames no muertos fueron clave para otorgarles la victoria, mantienen cautiva a Helena.
Según los registros de la Resistencia, era una sanadora insignificante de sus filas. Pero Helena sufre de una inexplicable pérdida de memoria que le ha hecho olvidar los meses previos a su cautiverio y que hace preguntarse a sus enemigos: ¿de verdad es tan insignificante como parece o su pérdida de memoria esconde alguna pieza clave sobre la última táctica de la Resistencia?
Para descubrir los recuerdos enterrados en el fondo de su mente, envían a Helena al Sumo Inquisidor, uno de los nigromantes más poderosos y despiadados de este nuevo mundo. Atrapada en su mansión derruida, la lucha de Helena (la de proteger su historia perdida y la de preservar los últimos jirones de su persona) apenas ha comenzado, pues su cárcel y carcelero esconden sus propios secretos… Secretos que Helena debe desvelar, cueste lo que cueste.
He caído: me he leído “el libro más esperado del año”. Tenía muchas ganas de leer este libro y, después de todo el ruido que ha generado, por fin puedo dar mi opinión con la cabeza (más o menos) fría.
Y tengo sentimientos bastante encontrados, porque hay cosas que me han parecido realmente interesantes… y otras que, sinceramente, me han chirriado mucho. Aviso antes de nada: no había leído nada de la autora ni conocía Mancled, el fanfic en el que se inspira. Solo sabía que era un Dramione con ecos de Harry Potter y El cuento de la criada.
Después de terminarlo, aclaro:
• Sí, te sonarán cosas de HP. Sobre todo en los protagonistas y en cierto “olor” de mundo. No es HP, pero hay guiños evidentes. Ademas, sin el lore de HP este libro no se sostiene por ningún lado.
• Para mí esto SÍ es Romantasy. Y muchas veces roza el Dark Romance. ¿Por qué? Porque, más allá de la guerra y la magia, el foco absoluto es la relación entre dos personajes rotos, de bandos opuestos. La trama bélica funciona de telón de fondo; lo central es ellos dos.
Sobre el porqué lo veo con tintes de Dark Romance (ojo, esto es subjetivo, tu lectura puede variar):
-Protas moralmente grises / anti-héroes marcados por trauma y violencia.
-Desequilibrios de poder (dominación/sumisión, rescates obsesivos, dinámicas tortuosas).
-Tabúes y contenido oscuro (secuelas de abuso, cautiverio, vigilancia, venganza) integrados en la trama romántica, no como adorno.
-El objetivo no es solo “enamorarse”, sino sobrevivir, confrontar heridas y lidiar con la propia oscuridad.
Vamos, que para mí no hay discusión posible: esto es un Romantasy clarísimo, y además con patrones de Dark Romance perfectamente reconocibles. Lo he leído con lupa, analizando cada detalle, y lo he visto claro desde las primeras páginas.
La historia gira, sin ningún tipo de duda, en torno a la relación entre los protagonistas: su vínculo, su atracción, sus heridas y la manera en que se destruyen y se salvan mutuamente. Todo lo demás: la guerra, la magia, el contexto político, actúa más como un telón de fondo que como el eje principal.
Por eso, aunque el libro tenga ambientación fantástica oscura y un mundo en conflicto, el foco está en el romance, en su evolución y en cómo este amor marcado por la oscuridad y el trauma empuja a los personajes a transformarse.
Y ojo: no pretendo convencer a nadie de que piense como yo. Esto es lo que a mí me ha parecido, lo que yo he sentido al leerlo. Si tú lo has vivido de otra manera también es totalmente válido.
El libro está dividido en tres partes muy marcadas: la primera ambientada en el presente, la segunda en el pasado, y la tercera vuelve al presente para cerrar el círculo. Empecé la lectura con muchísima ilusión, y tengo que reconocer que la primera parte me estaba encantando.
Iba conociendo el mundo, el sistema de magia, los personajes… y todo me parecía crudo, intenso y muy prometedor. El tono oscuro de la historia, con toda esa atmósfera de guerra, violencia, torturas y heridas emocionales, me parecía coherente con lo que la novela quería transmitir. Era duro, sí, pero tenía sentido dentro de ese contexto.
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Pero entonces llegó la segunda parte… y ahí fue cuando todo empezó a desmoronarse. A partir de este punto, el libro pierde toda la fuerza y coherencia que tenía al inicio. Lo que había comenzado como una historia oscura, con trasfondo emocional y moral, se transforma en una sucesión de decisiones cuestionables, relaciones mal construidas y justificaciones que no terminan de encajar.
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Puntos Positivos
Puntos Negativos
🥀El tema de la Alquimia y de la Nigromancia me encanta. Son conceptos que me encantan, le dan ese toque de fantasía oscura y retorcida que tanto disfruto, y sinceramente, pensaba que iba a ser uno de los puntos fuertes del libro. Pero nada más lejos de la realidad. Está completamente desaprovechado. Todo es confuso, sin estructura, sin lógica interna, las cosas funcionan simplemente porque sí, porque “la magia lo hace posible”, o porque le autore le pareció conveniente en ese momento. Y claro, toca asentir con una sonrisa y decir: “Vale, me lo creo”
🥀Y el worldbuilding, tres cuartos de lo mismo. Genérico y superficial. Es ese tipo de mundo de fantasía que podrías confundir con otros veinte más: hay guerra, hay bandos opuestos, hay magia… y ya. Ni profundidad cultural, ni historia, ni nada que te haga pensar “wow, qué universo tan bien construido”. Hay mil cosas que no tienen sentido ni lógica alguna y muchas contradicciones.
🥀Los personajes han sido uno de los problemas principales del libro. Empezemos con Helena, nuestra protagonista. Es un personaje completamente plano, sin carisma ni evolución real a lo largo de la historia. Se supone que debería ser el pilar emocional y narrativo del libro, pero acaba siendo una figura insulsa, sin voz propia, que simplemente va reaccionando a los acontecimientos en lugar de actuar o tomar decisiones por sí misma. Al principio pensé que esto era intencional, que se nos quería mostrar a una protagonista rota, traumatizada y apagada, para luego reconstruirla poco a poco, pero no. En cuanto pasamos a la segunda parte y conocemos su pasado, resulta que ya era igual antes: sin iniciativa, sin fuerza, sin un atisbo de personalidad más allá del sufrimiento. Y ojo, empatizo con su situación, con lo que ha vivido y con todo el peso que arrastra, pero eso no la convierte automáticamente en un personaje bien construido.
🥀Vamos a la joya de la corona. Al oscuro y enigmatico Sumo Inquisidor, Kaine Ferron. De él, lo que más me ha cabreado es que tiene un blanqueamiento absoluto que me ha resultado, sinceramente, indignante. Comete actos gravísimos, algunos directamente imperdonables, y aun así el libro parece empeñado en justificarlo todo bajo el paraguas del trauma, el dolor o (la peor excusa de todas) el amor. Sí, entiendo que es un personaje roto, marcado por la guerra, por las pérdidas y por una vida llena de violencia. Nadie discute que haya sufrido, ni que su pasado sea trágico. Pero eso no le da carta blanca para convertirse en un monstruo. El trauma no es un salvoconducto moral. Sufrir no te da derecho a hacer sufrir a otros. Y sin embargo, le autore insiste una y otra vez en vendernos esa narrativa: que en el fondo “no es tan malo”, que “no tenía otra opción”, que “todo lo hace porque se preocupa por ella”. Pues no. No cuela. No me vale.
Porque cuando un personaje maltrata física y psicológicamente a su interés romántico, cuando cruza límites que son inaceptables y aun así la historia lo pinta como un mártir incomprendido… ahí hay un problema serio. Un problema de romanticización de la violencia y de justificar lo injustificable. Este hombre no es un “antihéroe complejo”, es un maltratador, un asesino y un violador, y no hay trauma que lo excuse. Estoy agotada de ver este tipo de dinámicas tóxicas vendidas como lo que no son. De verdad, basta ya de normalizar relaciones destructivas bajo el disfraz de amor trágico. Si quieres escribir un personaje moralmente gris, hazlo. Pero no lo maquilles de redención ni me intentes convencer de que el monstruo en realidad tiene buen corazón. Y sí, este punto es el que más me ha cabreado de todo el libro. Por eso, y solo por eso, la nota final cae en picado. Porque una historia que intenta hacerte empatizar con un agresor y justificar sus atrocidades… para mí, es insalvable.
Y relacionado con lo anterior, no puedo pasar por alto la justificación y romantización de la violencia y la violación, algo que me ha parecido profundamente problemático y perturbador. El libro intenta disfrazar lo que es claramente una dinámica de abuso bajo un contexto de “no tener más opcíon o de ” era mejor yo que otros”. Para mí, lo que hay entre Ferron y Helena no es una historia romántica, sino una vía de escape desesperada entre dos personas completamente rotas por dentro. Una relación construida sobre la violencia, el trauma y la necesidad, nunca puede ser sana. No importa cuántas justificaciones se den, ni cuántas veces el libro te intente meter en la cabeza lo de “él también sufre”. Y lo siento, pero no hay matices posibles cuando hablamos de violación. Ferron viola a Helena. Punto. Da igual el contexto, da igual la intención, da igual el pasado. Antes de eso, ya la trataba como una basura, la humillaba, la controlaba y la manipulaba. Luego pasa a obsesionarse con ella, a verla como una posesión, no como una persona.
Ferron no siente amor por Helena, siente fascinación, necesidad, dominio. Y Helena, por su parte, es una mujer completamente destrozada, mentalmente inestable, sin referentes emocionales, que confunde la dependencia con el amor. Su relación es un círculo vicioso de dolor y sumisión, donde la única chispa que queda viva es la de un trauma compartido. Lo más grave es que le autore nos intenta vender esta relación como algo romántico, como si el amor pudiera florecer entre golpes, abuso y control. ¡Y eso es lo verdaderamente horrible! Porque cuando normalizas algo así, le quitas peso a la violencia real, y eso no debería tener cabida en ninguna historia que tenga un mínimo de romance. En resumen: no hay amor, hay trauma, obsesión y soledad. Y que una historia intente hacernos creer lo contrario no solo es irresponsable, sino peligrosamente dañino. Y esto es muy grave. Muchísimo. Como dice la frase: El fin no justifica los medios. JAMÁS. Siempre, siempre hay elección. SIEMPRE.
🥀Por otra parte, es un libro repetitivo a más no poder. Esta historia se podría haber contado en la mitad de las páginas. Aparte de eso, todo el libro se centra prácticamente en las interacciones entre Helena y Kaine, hasta el punto de que los demás personajes quedan completamente relegados al fondo. Me habría encantado que se le dedicara más espacio a explorar la amistad de Helena con los demás miembros de la Llama Eterna, porque al final te dicen que son amigos que están muy unidos, pero tú, como lector/a, tienes que creértelo porque sí, sin que haya una verdadera construcción de esos lazos. Apenas hay escenas que muestren camaradería, confianza o complicidad entre ellos. Todo se resume en un par de diálogos y menciones vagas que no logran transmitir ese sentido de grupo o de pertenencia que la historia pretende vender. Un poco más de desarrollo en esas amistades habría hecho que el mundo se sintiera más vivo y que los personajes secundarios importaran de verdad.
En definitiva, Alchemised, para mi , ha sido la decepción del año. De verdad que tenía ganas de encontrarme con ese librazo que prometían la mayoría de las críticas, pero no ha sido así.
Tiene una premisa potente, un mundo oscuro con elementos fascinantes y temas duros que podrían haberse explorado con mucha más profundidad. Es que este libro podría haber sido prácticamente perfecto si se hubiese enfocado en esa guerra y en construir unos mejores personajes. Pero en vez de eso, se ha enfocado en un “romance” horrible, en romantizar, justificar y glorificar absusos y disfrazarlos como “amor” y todo lo demás queda relegado a un segundo plano.
Esta era una historia con potencial bestial , pero que se pierde entre malas decisiones narrativas y mensajes peligrosos. Una verdadera pena.
Colaboración con Montena




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